miércoles, 30 de enero de 2008

El género: una categoría útil para el análisis histórico. Joan W. Scott

Las palabras nacen por la necesidad de nombrar algo, de comprenderlo, por ello es difícil -comenta la autora- que se puedan codificar, ya que están sujetas a lo humano y su contexto histórico.
Algunas feministas, consideraban que estudiar el género basado en las relaciones entre los sexos, coadyuvaría a desentrañar la historia, sería vista desde otra perspectiva, pues si se desenterrase la historia de las mujeres, por tanto se tendría que hacer historiografía desde lo cotidiano y lo subjetivo.
Explica la autora que se requiere de un análisis teórico y no sólo descriptivo de la historia, debido a que no es permeable a la conciencia el hecho de que las mujeres hayan participado, lo que sería interesante explicar es de qué manera lo hicieron, bajo qué circunstancias, cuáles fueron sus experiencias, con qué problemas se enfrentaron, etc., cómo actúa el género en l@s historiador@s.

Estos nuevos análisis históricos deben forzosamente conducir al cambio, pues de no ser así, la historiografía será caduca a las necesidades de hoy.
La autora destaca que algunas veces se utiliza género en lugar de mujeres, cuando se quiere hablar del tema, esto para no asumirse feministas -ya que pudiera sonar radical-; el problema de esta perspectiva política es que ven en el feminismo un problema de mujeres, y no de relaciones entre los géneros construidos culturalmente.
Se menciona que el término género es asociado con el estudio de lo relativo a las mujeres y no es utilizado como categoría para el estudio de la historia, siendo tan importante el hacerlo, dado que la historia está entramada por el poder, la autora destaca que en algunas acepciones el género se utiliza careciendo de la capacitación analítica para cambiar los paradigmas históricos.

Se está trabajando en desarrollar teorías que expliquen la historia desde otra óptica.
La autora refiere que la liberación de las mujeres puede valerse de la verdadera comprensión de la reproducción, excluyendo la mitificación que el hombre hace de todo el proceso.
Una de las teorías del patriarcado asevera que el género produce las demás desigualdades y se entrelaza en muchos aspectos de la vida, por tanto concluye que la diferencia física tiene como efecto universal la discriminación.

Violencia y diferencia sexual en la escuela. Graciela Hernández Morales y Concepción Jaramillo

Las relaciones con los otros y nuestra necesidad de cuidar de dicha convivencia, en correspondencia con las manifestaciones violentas son motivo para formar en el multiculturalismo. A pesar de los tratados que se han hecho a lo largo del siglo XX, en el cual se ha tratado de establecer pautas para acabar con la discriminación y evitar que la humanidad vuelva a llegar a la barbarie (como sucedió con el nazismo), no se ha logrado erradicar esa percepción de superioridad en los grupos sociales[1]. Tenemos ejemplos como el Apartheid en Sudáfrica, el Ku kux klan quien en 1926 contaba con 3 000 000 millones de adeptos, el holocausto judío, etc., los cuales son vivos ejemplos y tan cercanos a nosotros como si hubiesen sido ayer, son ejemplos de hasta dónde puede llegar el ser humano si se permiten estas prácticas absurdas, ilógicas, inadmisibles de segregación, discriminación, racismo, xenofobia. Es preciso educar en la tolerancia, la diferencia, el respeto por lo vivo, no digo el ser humano, sino por la vida misma en todas sus expresiones.

Aprender a escuchar y ser con la diferencia significa el respeto a la diversidad.
Nadie es superior a nadie, pero la intolerancia y el autoritarismo es una educación en el solipsismo, donde la individualidad permea en la conciencia y el egoísmo se manifiesta.
Debemos aprender a convivir con los otros y a compartir espacios, formar de pensar, distintas opiniones y formas de vida.
En un espacio multicultural como lo hemos estado viviendo, es urgente educar bajo el respeto y la aceptación de la diversidad como construcción de una conciencia más amplia.

La participación de la mujer se ha visto opacada por una concepción patriarcal muy limitante, en la cual la violencia ha sido una condición sine qua non se puede convivir, la cultura de la competencia, de llegar al éxito sin pensar en los demás se ha arraigado al ser humano; así se ha construido nuestra historia, costumbres y tradición.
Nuestra cultura estando impregnada de autoritarismos, ha transmitido esa solución violenta para enfrentarlo todo, sin el diálogo (de dos).

Hay una cuestión importante de resaltar, el hecho de que las niñas traten de imitar el comportamiento de los niños sería un retroceso, dado que la niña tiene que encontrar lo femenino, su propia forma de ser, sin seguir estereotipos, sin enmarcar lo femenino como el arquetipo de mujer que nos muestran los medios (bonita, delgada, tierna, instintiva, con deseos maternos, amorosa, dócil), sino encontrarse como ser humano, y si en su ser humano tiene características de amorosa y tierna, no importa, pero que sea sincera consigo misma, que no siga un patrón establecido.
En esta sociedad se nos enseña que lo masculino tiene características superiores a lo femenino, pero yo defiendo lo contrario, lo femenino se asocia con la relación entre naturaleza y mujer, el amor siempre está presente, la preocupación por el otro y estos valores deberían ser rescatados para todo ser humano.

Hay una confusión, menciona la autora, entre:
La igualdad de derechos: lo que sería ideal.
La afirmación de que “Todas las personas son iguales”: Falacia.
“Hombres y mujeres son iguales”: Cada uno debe de buscar su propio ser como ente individual, sin basarse en estereotipos.

Como conclusión, debemos darle más importancia a la formación de l@s alumn@s que a la calificación final, la cual se traduce únicamente como un número.
Hay que aprender a educar en el diálogo, pues es la única solución para enfrentar la ola de autoritarismo, prepotencia y muerte que en la vida del adulto es el pan de cada día.

A manera personal, concluyo con una experiencia propia: en secundaria los alumn@s son muy relajados en la disciplina, incluso llegan a ser un poco irrespetuosos por la poca valoración que le dan a las clases, creen que yo como profesora no ejerzo la suficiente disciplina o control de grupo, me dicen que debo ser más dura (todo esto lo menciona la autora) y yo creo en el diálogo, mi formación no me permite ser autoritaria, pues sé de antemano que esto genera más violencia y sé también que el problema no soy yo, sino el sistema y el rezago formativo que tienen los alumnos, ya que se le da más importancia al número final que a la convivencia en sociedad.
[1] Para no decir razas, se ha tratado de eliminar este concepto, puesto que decirlo es aseverar que existen distintas razas, siendo que todos conformamos la única especie humana.

Sexo, mentiras y estereotipos: cambiar perspectivas de la naturaleza, el cuerpo y la verdad. Riane Eisler

Existe una discriminación incluso en la forma de describir la naturaleza de los sexos, basada en los estereotipos de género, los científicos describen a manera semejante la relación entre el óvulo y el espermatozoide, en base a estereotipos de género.
Es interesante notar de qué manera el lenguaje es utilizado muy incisivamente y describe los estereotipos culturales que existen incluso en la ciencia, esto contribuyendo a que los estereotipos se naturalicen.

Otro aspecto curioso es la concepción de la menstruación, nos dice la autora, ya que se le ve como una maldición que deben sufrir las mujeres por no haber nacido hombres, en lugar de verlo como un ciclo de renovación importante y además la etapa de fertilidad de la mujer. Sobre el comentario de que la menstruación es la preparación para poder engendrar, yo considero que hay procesos naturales en los que no interviene la percepción de género, ya que en realidad somos animales mamíferos pero pensantes, y esto nos hace tener conciencia de muchas cosas y poder elegir, empero no significa que dicho proceso re-signifique sólo por tener conciencia de género, creo que científicamente es correcto.

Lo que sí es importante reconocer es que el cuerpo humano debe conocerse, aprender a ver nuestra sexualidad de manera natural y como necesidad fisiológica, ya que la iglesia condena el placer sexual, pero sobre todo el de las mujeres, es necesario que a través de la educación se de por terminado con dichos estereotipos, bajo una educación sexual de prevención y sin prejuicios; no obstante en la escuela secundaria se omiten estos temas porque se considera que si se educa sexualmente significa promover la sexualidad, yo diría que nos ahorraríamos muchos problemas si se educara: traumas, miedos, prejuicios, embarazos no deseados, abortos y traumas, enfermedades venéreas, divorcios, represiones.

La tradición de occidente ha visto la relación hombre-naturaleza como una forma de dominio y nuestra historia está plagada de injusticias, contaminación, guerras, imperialismo, colonialismo, holocaustos que han quedado como un registro de que el hombre se ha separado de la naturaleza queriendo controlarla, sabiéndose y creyéndose superiores por intervenir tan desmesuradamente en la naturaleza, no sabiendo de qué manera se equivocan, provocando catástrofes absurdas.

Un punto a rescatar del texto es la importancia del aprender a usar los recursos naturales, además de cómo usamos la ciencia y la tecnología, en pro del ser humano y las especies, no en su contra.

La idea de santidad me gustó, no había tenido contacto con una percepción en que la santidad no se diera después de la muerte, o de alguna persona que fue muy cristiana; no obstante ahora puedo percibir que la santidad se encuentra incluso en la naturaleza, en nuestra propia naturaleza y lo que llevamos dentro, nuestro cuerpo, la respiración, el hecho de poseer un lenguaje, que los choques eléctricos del cerebro nos puedan dar alegría, tristeza, emociones y sentimientos, el amor en sí es santidad, quien lo puede sentir en realidad, ama todo lo que toca, todo con lo que se enfrente, pues es un milagro y es santo.

La autora me dice algo que me dejó impactada, la prohibición de la imagen de la mujer dando a luz y su contraparte, la naturalización de la imagen del hombre quitando la vida. No podemos ocultar el dominio cultural del cual somos sujetos, pero es imposible concebir que en pleno siglo XXI la educación sexual no se imparta en las escuelas, bueno pero habiendo vivido el siglo XX como se vivió, ya no resulta sorprendente nada de lo que nos ocurra.

Como conclusión, la relaciones no sólo sexuales, sino de convivencia entre hombres y mujeres, deben estar regidas por el respeto y la armonía, en cuanto se observe un símbolo de crueldad, de violencia o dominación, ¡decirlo!, luchar contra todo tipo de discriminación, puesto que las relaciones hombre-mujer en cualquier ámbito son el ejemplo de las relaciones de una sociedad a gran escala; no debemos tolerar la exclusión por el hecho de ser o pensar diferente, ya hemos vivido en el siglo XX atrocidades como el holocausto y nuestra lucha debe ser una lucha constante por preservar la “humanidad” que se supone debemos tener, lo que la “razón” nos ha dejado (a pesar de haber sido utilizada para sistematizar las muertes de millones de judíos), estar alerta ante todo trato indigno es primordial y no dejar que la indiferencia anta la injusticia sea la base de nuestro actuar, los medios masivos de comunicación se rigen por la violencia y la naturalizan, nuestra sociedad está en peligro y con ella la humanidad entera; los esfuerzos por convivir en una tierra con respeto hacia la naturaleza y hacia nosotros mismos jamás deben menguar si nos preciamos de creer y tener fe en la misión que la educación nos encomienda. Sólo el amor por el prójimo podrá atenuar la lucha constante entre vida-muerte y la indiferencia y el olvido de los marginados.

¿Qué (y cómo) es necesario aprender?

La educación siempre será la raíz desde la cual surjan los principios y el motor que encienda esta sociedad adormecida.

Un punto importante que menciona Rosa María Torres es que la educación debe ser involucrada en todos los perímetros sociales, y dos espacios que se consideran de gran importancia son el trabajo y los medios de comunicación, ya que la educación viene de todas las áreas y obtenemos diversas interpretaciones desde la familia, la que nos dice que el trabajo es una obligación que tenemos que cumplir para ser aceptados y entrar en los márgenes del triunfo en la sociedad, y esta sociedad le apuesta únicamente al consumismo como forma de vida, entonces la educación versará en inculcar solamente la técnica y las habilidades prácticas. He aquí lo oculto de un currículo, el cual es resultado de un sistema capitalista que está encaminado a perdurar.

El currículum también implica el aprendizaje del docente, puesto que si los tiempos cambian, por ende la educación debe ir a la par; como docentes no podemos quedarnos atrás no sólo en cuestión tecnológica, sino en conocer y practicar las nuevas formas de educar, dejando atrás la enseñanza tradicional que de alguna manera viene a estancar los propósitos de la nueva educación.
En la experiencia que me ha acontecido he observado que de un tiempo hacia acá, la tecnología es la esencia de las nuevas generaciones, sin embargo una mala utilización de ella -tanto del educador como del educando- sólo puede traer consigo atrasos. Si aprendemos a aprovechar dicho “progreso” tecnológico se dará cabida al verdadero progreso humano que ha quedado en el olvido, un olvido en el que se encuentra la mujer, la pobreza, el hambre, el indígena y todo aquel marginado.

El alumno de hoy requiere de interacción, que las múltiples inteligencias se vean estimuladas y sorprendidas por diversas maneras de aplicar la educación. Si así se logra formar conciencia y lograr un aprendizaje que signifique para el alumno, además de dotar de habilidades para una sociedad tristemente capitalista, que requiere de mano de obra y capacidad de vivir para el trabajo, por lo menos se habrá cumplido con una de las obligaciones de la educación, que es el despertar de la conciencia y el saber utilizar una razón que también de cabida al SER.

La autora hace mención de una de las definiciones de currículo el cual se distingue en explícito, implícito (no escrito), prescrito (deseado) y en acción (actuado). Otro es la forma (métodos, técnicas, estilos de enseñanza, modos de interacción, organización del espacio, etcétera).
Comprendo currículo como todo lo que abarque la enseñanza, desde el modo de instruir y tanto el docente como el alumno qué respuesta tiene al para qué del aprendizaje. Debe ser claro y distinto el sentido del aprendizaje, tanto para maestro como para alumno, pues si tanto uno como el otro no le ven el significado a la acción de aprender, el aula y todo lo que en ella suceda se convertirá en un absurdo.

Un currículo es el reflejo de la sociedad del momento, si cambia el contexto debe cambiar el currículo, las necesidades de ayer no son las necesidades de hoy, el presente siempre requiere de actualización y apertura ante lo diferente. Y si es posible deseducarse pues habrá que tener mucho valor para dejar atrás las enseñanzas de una tradición y renacer en otra concepción de la educación.

Hay un punto que la autora incluye, mencionando que hay una falta de relación entre conocimientos escolares y la realidad del mundo.
Todo conocimiento se debe enraizar para que no quede suspendido, mas no por ello implica enseñar únicamente lo práctico, sino aprender a crear una conciencia que abarque un todo y asimismo dejar atrás la concepción de ser “especialista” a manera que si se es un oftalmólogo no se nos olvide que existe una realidad-mundo que requiere de seres políticos que participen de la historia.
No se nos enseña a amar a todas las doctrinas, es razonable el ser disciplinado en el área en que más tengamos habilidades, empero hemos olvidado que el ser humano es un ente que requiere del desarrollo de todas sus potencialidades. Nuestro cerebro se despliega muy poco en toda nuestra vida, debido a que dudamos de nuestras capacidades como seres pensantes, no aprovechamos el tener esa capacidad tan apreciada de la mente, y de un carácter dicotómico a la vez…, a veces tan hermoso en un poema, o a veces tan atroz en la técnica empleada en un holocausto humano.

La autora menciona otro punto que interesa, la teoría curricular de la eficiencia social, que entiende la enseñanza de calidad como eficiencia y rendimiento escolar, esta teoría refleja a mi sentir la triste concepción escolar de educar para el trabajo solamente. Otra es la ideología del estudio del niño que se centra en la individualidad; una crítica que haría a estas ideas es el problema del individualismo; es una contradicción el querer educar al niñ@ para una sociedad en la que la multiplicidad nos acontece, se le debería inculcar un respeto por la diferencia, ante un mundo en el que el género, la raza, el color, la nacionalidad o la religión no sean una barrera de muerte, injusticia y genocidio.

Alguna vez alguien mencionó que debiésemos de dudar de todo lo que nos parezca “normal” o dicho de otro modo del establishment, asomando un poco la mirada a lo armonioso y coherente de la sociedad, es de notar que no hay tal. El gobierno nos vende una imagen de un pueblo pacífico, en vías de desarrollo y con mirada empresarial.
Se manejan intereses de las élites que excluyen a la mayoría que es el pueblo, la burocracia en nuestro país es un ejemplo claro de un Estado que no existe, donde no hay participación ciudadana en realidad, pues existe la represión y no se ve, los medios de comunicación relatan y dan a conocer un país armonioso y resultados que para nada se asemejan a la realidad de pobreza e ignorancia a la que México ha estado inmerso desde antaño. Es por ello que es necesario desentrañar el currículo oculto de la educación de hoy, el cual está relacionado intrínsecamente con los demás espacios de la realidad social, la intención escondida en la educación es la intención de la sociedad que nos acontece.

El tiempo tiene una relatividad que sólo la conciencia puede ver, me remito a la infancia y recuerdo que mis necesidades e intereses eran distintos a los que la escuela me ofrecía; los deseos de los niños van más allá de lo imaginable y los adultos les cortamos las alas, ellos son dueños del mundo cuando niños y lo serían toda la vida de no inculcar esa visión que tenemos del adulto de hoy, en la que no cabe ese niño que está interesado hasta en la más lejana estrella de la galaxia.
En los niños no hay especialización, ellos lo quieren abarcar todo y el mismo sistema los coarta y limita; es poco el tiempo que acontece en el transcurso de niño a adolescente y luego adulto joven, sin embargo es en esos años cuando a los pequeños se les desciende a una realidad dura y difícil. Si miramos hacia adentro, reconoceremos que ese ludismo infantil se pudo haber perdido, cuando la curiosidad y la esperanza debemos llevarla hasta la muerte.

La urgencia de un nuevo modelo de enseñanza está presente, dado que las circunstancias lo requieren, menciona la autora que las tecnologías ofrecen una rápida difusión de información que viene a dejar atrás la educación tradicional acumulativa de conocimientos; hoy en día queda en segundo término el aprender datos de memoria por obtener cultura, hay prioridades ante un mundo decadente, se requiere de aprovechar el tiempo en transmitir un aprendizaje que resulte significativo, además de compartir las direcciones de conocimiento, pues el alumno de hoy sabe, y en esa retroalimentación se debe guiar para alentar a que descubra de manera autodidacta la ciencia y el universo.

Interesa mostrar las propuestas que la autora menciona como actualizaciones de currículos, entre las cuales destacan los siguientes contenidos:

Educación en valores y la participación ciudadana.
Educación ambiental.
Educación en población.
Prevención del uso de drogas y sida.
Educación en salud y nutrición.
Derechos humanos
Educación para la paz y la comprensión internacional.

Pero la pregunta que me hago es ¿en dónde?, pues de ser así se requerirían más humanistas y contrariamente, dichas profesiones decrecen.

Para cambiar el currículo se requiere de fuerza y de trabajo, pero nuestro país es muy dado a anclarse en la tradición. Quizá la intención ahí esté, pues he visto que sí se habla del tema, pero todo queda en intentos fallidos que son absorbidos por la fuerza de la costumbre.

Hay un punto que se menciona en el texto, en el que señala que los planes y programas sí son modificados en las reuniones de actualización, pero que sólo son operaciones de limpieza en las que entresacan, ajustan, adaptan, etc.; además desde mi experiencia he observado que en dichas reuniones los que realizan esos cambios somos nosotros, los docentes y lo que se realiza es solamente un acuerdo entre todos, utilizando nuevos adjetivos, sustantivos, verbos que se deben usar al referirse al tema; aparte de no ir preparados y ser solamente reuniones de café y burocratismo sindical en su mayoría, es sólo una pantalla. Considero que debiese haber un equipo especializado en tales tareas, que planifique, que investigue, que se encargue de estar a la vanguardia con mejores propuestas educativas y que el gobierno invierta presupuesto en lo verdaderamente importante que es la educación y no sólo en cursos de café.

Hay un problema que a todo docente nos concierne, la autora lo menciona como “adjetivación”, este término como indicativo de ciertas propuestas que la única alternativa que ofrecen es ir en contra de la educación tradicional, pero la pregunta que subyace es ¿será sólo un discurso adoptado?, hasta dónde nuestra expresión se vuelve un discurso repetitivo, un discurso humanista que sólo es verborrea y no se asoma a la verdadera realidad, divagaciones de escritorio solamente. Es por ello la importancia de la participación política en todos los espacios posibles, ya que un verdadero intento de mejorar la educación implica una práctica constante.

A veces resulta triste observar que en la realidad concreta de la educación, no hay un aprendizaje verdadero, tal como lo menciona la autora, pues es un simulacro. No hay comprensión, hay memorización y esto se puede observar inclusive en la educación superior. Por ello, una de las cuestiones a analizar sería el aprender a comunicarse con el otro, pero no una comunicación de emisión, sino emisión-recepción abierta, atenta y sin ego[1].
El resultado nítido de la educación real se observa en nuestro contexto social-histórico-político, y eso es lo que tenemos.

Otro problema a revisar sería el del “saber”, menciona la autora, dado que habiendo una vastedad de formas de obtener conocimiento y la facilidad de ello, considero que no es tan relevante el dotar al alumno de saberes y atiborrarlo de cultura; no obstante, a lo que deberíamos dedicarle un gran esfuerzo es a interesar al alumno en el aprendizaje y hacer surgir la curiosidad, el ímpetu por aprender no sólo lo básico, sino todo lo que pueda ayudarnos a crecer como seres humanos. La diferencia de cada individuo es suficiente para comprender que las necesidades y deseos de cada ser son distintas, por lo tanto habrá conocimientos que para alguien resulten nimios y hasta absurdos, y para otros de gran importancia[2].

¿Qué recupero sobre género?
El género es aquella concepción de las relaciones sociales que nos ayudará a concientizarnos de la discriminación que existe sobre la mujer y que es vista de manera natural, por medio de esta categoría podemos darnos cuenta del verdadero trasfondo de las relaciones de género y a través de la educación luchar por desvanecer la discriminación y rechazo de todo ser marginad@.
¿Qué recupero sobre currículo?
El currículo es el camino a través del cual el profesor va aprendiendo y adaptando nuevas formas de enseñar, acorde con las necesidades de cada individuo, el currículo no debe ser cerrado, debe tener la apertura del cambio y las transformaciones que nos suceden. El currículo es todo aquello que abarca un plan educativo, tanto implícito como explícito.

¿Qué recupero sobre equidad?
La equidad es la relación que debería existir en la humanidad, sin importar género, clase social, raza, color, etc., todo ello con la intención de que todos seamos partícipes de una educación más humana y que tenga como consecuencia una mejor sociedad.

¿Qué recupero sobre igualdad de oportunidades?
Es la política que debería existir en todo gobierno, de esa manera habría un mejor equilibrio y el mundo político no estaría masculinizado.

¿Qué recupero sobre diversidad?
La diversidad es la sociedad que tenemos hoy, una sociedad multicultural y la diversidad como valor debe ser inculcado en las escuelas para aprender la tolerancia ante la diferencia.

¿Qué recupero sobre políticas públicas en materia de género?
Que las pocas que hay son interrumpidas o sólo llegan a consolidarse como escuelas piloto y no se da una verdadera revolución en la educación.

¿Qué propuestas conforme a la problemática de género, recupero?
· Educación en valores y la participación ciudadana.
· Educación ambiental.
· Educación en población.
· Prevención del uso de drogas y sida.
· Educación en salud y nutrición.
· Derechos humanos
· Educación para la paz y la comprensión internacional.
Cada una de estas materias me parece un muy buen inicio, pero no veo dónde se apliquen, sería idóneo comenzar con este currículo, pues en el trasfondo de esas materias se esconde la equidad.

[1] A veces se requiere despojarse del ego para poder escuchar con atención y no pensar únicamente en lo que nos toca decir.
[2] Esto no implica darle énfasis a la especialización, por el contrario, abrir el campo pero de manera disciplinada; hacer ver que no sólo se cuenta con un cierto tipo de habilidad, que si se es matemático también hay cabida para las humanidades, no limitarnos en descubrir y comprender el universo en todas sus dimensiones.

Las madres en la educación, una voz siempre presente pero ¿reconocida? Gloria Arenas

La autora se ubica después de la 2da guerra mundial, bajo las características de una sociedad industrial. Inicia describiendo los cambios que se han dado en la vida de la mujer, su participación en la educación de los hij@s, esto dependiendo de las condiciones en que viva. Un cambio importante ha sido la implementación de igualdad de oportunidades (aunque no se ha dado del todo). Esto se dio en parte con el motivo de que la familia apoyara más a la escuela, no obstante no se fomentaba la responsabilidad civil, se excluía a las madres, implicando directamente al padre en la educación de los hij@s. Esto era válido únicamente para la clase media alta, en la cual las madres eran vistas sólo como amas de casa y su función era la de cuidar al padre y a los hij@s, llamándole a este tipo de unión familia tradicional.
A pesar de que se considere a los padres como los responsables de la educación de los hij@s, a menudo o mayormente son las madres las que realizan dicha actividad.
Nos dice la autora, a pesar de que hoy día sea otro tiempo, que tengamos conciencia de género y las mujeres podamos acceder a la educación, de todas formas las obligaciones para con los hij@s siguen siendo para nosotras, habiendo una incongruencia entre la “igualdad de oportunidades” debido a que los horarios de la escuela no compaginan con los horarios del trabajo de una mujer, si está embarazada no la aceptan en un trabajo y discriminaciones de ese tipo; se debería respetar la elección que tiene la mujer (mas no como una condición natural, como se ha venido creyendo y se nos ha condenado por ello a ser amas de casa, domésticas), pues si decide tener hijos, la sociedad debería otorgarle más oportunidades y responsabilizarse con ellas, a fin de cuentas sólo la mujer puede hacerlo y la sociedad debe agradecerlo, por ejemplo: el Estado pudiese establecer programas para ayudar, darle tiempo de recoger a sus niñ@s, de establecer leyes en las cuales los padres también participen de todo el proceso, etc.
Otro tipo de discriminación es que se ha condicionado a las madres para que el trabajo de crianza lo vean como amor incondicional, mas no como un trabajo, menos aun remunerado, esto hace que las oportunidades sean para los hombres solamente, quienes tienen el tiempo para desarrollarse porque las mujeres están cuidando de sus hijos y esto es injusto.
¿Qué hay de las madres proletarias, quienes no tienen tiempo de preparar a sus hijos para ir a la escuela y tampoco la cooperación del padre?, la responsabilidad debe ser de ambos, si no se obtiene ayuda, la madre se desespera y el hijo también, por un lado ella espera que el hijo salga bien en la escuela por el esfuerzo que ella hace, por otro, él espera ayuda de ella pero si ella trabaja, las tareas deben ser compartidas.
Que terrible la situación a la que se enfrentan algunas mujeres, las cuales buscan superarse, cuando los esposos se oponen a que aprendan, ejerciendo así el poder y control.
Como conclusión, las mujeres/madres son, a pesar del esfuerzo y lo que significa, las que buscan superarse y entrar a estudiar para participar en la educación de sus hijos y su propia superación, aun más que los hombres.

Las escuelas: el caos del tablero. William Pollack

La escuela: un mundo nuevo

La escuela ha sido idealizada, se supone que la escuela debe ser un lugar en el cual los niños se sientan en confianza, donde desarrollen su seguridad y autoestima, aprendiendo a convivir con los demás, y pareciera que hay una división tajante entre el mundo de los profesores adultos y el de los alumnos pequeños, puesto que el autoritarismo y una educación en el silencio, en la imposición no hace más que alejar a los niñ@s de las escuelas, provocando miedo, decepción, sentimientos de tensión que logran que el pequeño se vuelva tímido o rebelde.

Hoy día la información se puede conseguir tan fácil como apretar un botón, no obstante la formación humana del niñ@ es indispensable y debe ser trabajo serio; no relego lo académico, pero el papel que juega la escuela es definitivo para conformar la personalidad, por ello es que la realidad que nos acontece dista mucho de los ideales de la educación; esto no significa culpar a las escuelas, ya que todas las instituciones participan educándonos, pero si es una crítica al sistema educativo que no ve más allá de lo superficial.

Menciona el autor que hay un desconocimiento de las necesidades genuinas de los niñ@s, yo veo una separación muy tajante entre el mundo del adulto y del niñ@, como que el adulto ha perdido esa sensibilidad y curiosidad de los niñ@s, por eso hay una incomprensión, por eso el adulto, sumergido en su mundo de autoridad, ve en la libertad de los niñ@s una amenaza para lo establecido, creo que lo único que puede salvar a esta humanidad es precisamente la rebeldía y la libertad de los niños, que duden, que sean contestatarios y no sean tragados por el sistema, pues nosotros los adultos somos mediatizados, convertidos en cómplices de una educación en función del capitalismo, que prepara jóvenes “disciplinados” que sirvan a la ley de la oferta y la demanda.

El autor menciona que en las escuelas no se preparan para enseñar con un método de aprendizaje propio de los niños, esto quiere decir que no hay una forma de enseñar la masculinidad de manera no violenta, y esto es grave, ya que si el niño tiene una mala experiencia en la escuela, el sentimiento de fracaso lo puede llevar a las drogas o a alguna actividad delictiva con violencia.

De entre los niños, son pocos los que sobresalen, la idea debe ser apoyarlos a todos, viendo los distintos tipos de aprendizaje. Con los recientes estudios de género, se le ha victimizado de cierta manera a las niñas, no tomando en cuenta que los niños también han sido víctima de la sociedad en la que vivimos; es de notar que la cultura patriarcal generadora de violencia, hace que los niños pierdan su camino, muchos terminan en la cárcel, puesto que hay estadísticas que demuestran que de la población total de las cárceles, sólo el 8% aprox. son mujeres, esto nos indica la gran presión en la que se pueden ver sumergidos los hombres.
Nos menciona el autor el grado de baja autoestima que tienen los niños en relación con las niñas, en la reflexión caigo en cuenta de muchas cosas. De pequeños, podemos tener más libertad en torno a lo que elijamos, ya sea juegos, gustos, deportes, etc., mas conforme se va acercando la secundaria, que es el lugar donde se reafirma la concepción de mujer o de hombre de manera tal que los estereotipos se afianzan, el niño puede caer en una confusión y el mundo se le puede venir abajo, pues de haber sido en la primaria más libre, más coherente con sus gustos y forma de pensar por ser un “niño” y no un “hombre”, se ve con más confianza, mas en la secundaria le toca ejercer estereotipadamente el papel de que todo lo puede, de que todo lo sabe y si falla en algún aspecto se considera fracasado.

Pollack nos dice la máscara en la que se ven envueltos los pequeños, pues aunque estén en secundaria, con un cuerpo desarrollado y voz más gruesa, por dentro siguen siendo niñitos, con necesidades de atención y amor.
En muchas ocasiones, cuando las escuelas, los maestros y los directivos son estrictos exageradamente, la energía de los niños es llamada déficit de atención, esto en vez de ayudarlos los coarta, pues ellos necesitan de clases más motivadoras que escuchar todo el tiempo.

Las diosas de cada mujer. Una nueva psicología femenina. Jean Shinoda

Hay una falacia que se nos inculca y se ha venido repitiendo a través de los siglos, esto es, el invento del reloj biológico (en el sentido del embarazo); antaño uno de los objetivos de vida de las mujeres era parir, de no ser así se sentían frustradas, incapaces, subvaloradas (¡más!), inservibles, no aptas para el matrimonio y decidían sacrificarse ni siquiera haciendo el intento de buscar una pareja, por sentirse rechazadas incluso por ellas mismas, era tan grande y valorado el hecho de ser madre, que a las mujeres les dolía el no poseer ese milagro de la vida que casi las santificaba; por ello cada mujer que tocaba el altar, en cuanto se casaba tenía hijos, muchos, esto para no ser mal vista, ya que si no tenía hijos significaba que estaba con el marido por placer, y el placer siempre ha sido del demonio si es para las mujeres. Entonces, remitiéndome a mi punto, no hay tal reloj biológico, aunque nuestro cuerpo sea animal, la razón nos da la razón cuando una mujer decide no tener hijos y no se muere por ello, inclusive al estar casada.

La autora inicia describiendo los diferentes tipos de mujeres comparando determinados arquetipos con los mitos de las diosas griegas; discrepa de las teorías de las mujeres “normales”, estoy de acuerdo con ella, ya que cuánto han sufrido las mujeres que rompen con patrones, cuando si se salen un poco del cuadro son tachadas de infernales, desde la ropa, el atuendo, la voz, el cabello, los gustos por las profesiones, etc.

Es curioso que también entre mujeres nos estereotipemos desde la primera mirada, sucede con más frecuencia quizá por la libertad que tenemos para vestir, no debería de ser así, sin embargo debido a la infinidad de modas y clichés tan definidos, nos damos a la tarea de prejuiciar, no teniendo en cuenta que detrás de ese ser humano existen aspiraciones, gustos, metas, tristezas, alegrías y tanto en común con nosotras mismas.

Dice la autora que la mujer debe hacerse conciente para poder desarrollarse, pues en el interior tiene poderes muy fuertes que sólo falta descubrirlos, y cómo hacerlo, pues a través de los mitos de las diosas griegas que ayudarán a la auto-comprensión. Esta comprensión debe encaminarse a encontrar nuestra potencialidad, de qué somos capaces y qué hemos elegido, qué nos satisface y nos gusta hacer, para seguir por ese camino.

Hace una comparación con el psicólogo Jung, en donde afirma que bajo las categorías junguianas es difícil encasillas a las mujeres, dado que son multifacéticas y con su teoría de las diosas griegas se puede de mejor manera.

Siendo los dioses tan parecidos a los seres humanos en su carácter, la autora divide a las diosas en vírgenes, vulnerables y alquímicas, las vírgenes son independientes puesto que no caen en la vulnerabilidad del enamoramiento, no sufren; las vulnerables representan los papeles tradicionales de la mujer y las alquímicas son las que representan a la mujer que puede cambiar, que se transforma y no se encasilla ni en santa, ni en libertina, sino que ejerce su sexualidad sin remordimiento y no cae en el embrujo de la relación victimizada.
Concluyendo, me parece que a la lectura le hizo falta profundidad, ya que hace una comparación de lo multifacético de la mujer con las diosas griegas, acorde con la personalidad de cada una, sin embargo no ahonda en el tema, sólo describe.

La función del currículum como reproductor de los estereotipos de género. Cristina Palomar

Analiza en primera instancia la categoría de género y su relación con otras disciplinas o campos sociales, observando que la idea de mujer u hombre son construcciones culturales y que no delimitan el ser de cada uno; además, añade que la cuestión de género es muy asociada a las mujeres, ya que la idea surge de la tradición feminista.
Antaño la mujer prefiguraba como un sujeto social determinado a ser desapercibido por la realidad histórica humana, así como los homosexuales, lesbianas, l@s negr@s, las etnias, y todo aquel marginado, todo lo que no sea el hombre blanco occidental, no obstante se ha venido luchando por de-construir esa visión de lo que “naturalmente” se es acorde con el sexo.
Rescato la idea de “masculinidad” puesto que no tenía idea de que se estaban haciendo estudios, mi propia cultura me hacia ver a los hombres liberados por haber tenido el poder desde tiempos inmemoriales, no obstante no lo están, pues la cultura les dicta cómo vestir (ellos no pueden usar falda, a menos que sea Escocia o algunas tradiciones), que deben ser fuertes, no llorar, cuidar de la mujer, quedarse al último cuando un barco se hunde, ser protector, no importa si se descuidan físicamente. Hay tantos arquetipos que limitan al hombre, quienes cortan cabello o se dedican a la belleza, al baile, son juzgados de afeminados. Me parece muy interesante estudiar al hombre y su construcción cultural, ya que significa desentrañar la historia y el poder mismo.
Me parece bien insistir en que la palabra género implica tanto a los hombres como a las mujeres y las relaciones que se establecen entrambos.

Una responsabilidad que le atañe a los estudios de género es lograr que las demás instituciones como la familia, la escuela, tomen conciencia de lo que significa una relación más equitativa y justa, con más libertad de elección y no una vida predestinada por el sexo.

La autora describe sobre el currículum oculto en el cual, desde la planeación de las clases, los horarios, la distribución de los espacios en el recreo, se observa la discriminación hacia la mujer.

La alternativa que ofrece la autora es esencial para que los profesores no sólo conozcan en teoría, sino también en práctica, ya desmenuzada la propuesta de género, ya que muchos profesores vienen de especialidades tan distintas que por nuestra propia cultura pasamos desapercibidas tantas prácticas discriminatorias, en las cuales formamos al alumn@ reproduciendo la cultura patriarcal.
Hacen falta estudios sobre lo cotidiano, comenta la autora, pues es ahí, en el aula donde la subjetividad aflora.

La escuela y la sociedad establecen pautas que son cómplices de la reproducción de género, si la escuela tuviera conciencia de género, la sociedad estuviera en transformación, y sí lo está, pero de manera muy lenta.

La formación docente y la perspectiva de género Rosa María Barrientos

Se observa que mientras más se indaga en la perspectiva de género, más se pretende encontrarle en todas las direcciones posibles, a veces cayendo en cuenta de que al querer hallar relaciones y respuestas, nos perdemos en un todo que no nos dice nada. Los problemas de género se pueden encontrar en muchos lugares, lo difícil es localizar la relación que permita vislumbrar lo cierto de ello, pues la naturalización a la que ha estado sometida la relación de violencia entre los hombres y las mujeres, nos hace perder los puntos de referencia y hasta pensar que no existen tales problemas.
La escuela es un punto de partida muy importante para la conciencia (aunque no por ello sea el único recinto donde se pueda adquirir un saber), de tal manera que l@s profesor@s y la institución de la Escuela tienen responsabilidad de actualizarse y tomar conciencia de género, pues cada acto y cada palabra, influyen sobremanera en los niños y adolescentes, mas no es la única institución que educa.
En la actualidad existe una relación desequilibrada entre el currículum, la práctica docente y los ciudadanos que son producto de la escolarización. El problema es que los cambios y reformas educativas están a la orden del día; mas sin una preparación y actualización del profesorado ante las distintas perspectivas, no se podrá estar acorde con los ideales más altos de la educación.
La escuela es sólo un puente que dota al ser humano de herramientas que le han de servir en la vida y determinadas situaciones, es un panorama que busca atraer al conocimiento; una vía debe ser el auto-didactismo, pues hay un problema muy grave en la sociedad, el tener un título no es motivo de avalar el aprendizaje, se busca obtener títulos por lo que la sociedad ofrecerá, por el dinero que vale un título de abogado v.g., y no por el hecho de comprender nuestro ser y la naturaleza, cuánta desconsolación el darse por vencido y domesticarse ante el sistema vigente, olvidar los libros y creer que cuando la escuela termina el alma se libera por siempre, es triste en realidad que la escuela haga sentir así al muchach@, y no inculque las ganar de aprender por sí mism@. Parece que la escuela es obligatoria y algo indeseable, así es como el sistema nos quiere hacer creer, para en cuanto se termine la universidad desistir ante el largo camino del saber, entonces la escuela se vuelve una trampa.
La autora nos muestra que para que los maestr@s puedan adquirir conciencia sobre género, es necesario que se observen a sí mism@s como parte de una estructura social, y es posible que ell@s también enfrenten problemas de género, pues ninguna clase social u oficio está exento de la cultura en que nacimos.

Es interesante notar de qué manera los estereotipos rebasan los ámbitos de lo privado, llegando así hasta lo más profundo de las instituciones, cómo el individuo se proyecta en todas las expresiones humanas.
A veces pareciera que la cuestión de la subordinación de la mujer pudiese desaparecer tan sólo teniendo conciencia de género y de la equidad que supuestamente debiera existir entre los hombres y las mujeres sin importar clase social, preferencia sexual, religión, etc; empero no es suficiente tener conciencia de ello, se necesita que toda la sociedad observe cuan injusto se es discriminando la diferencia y prejuiciando, se necesitan más que leyes para luchar contra la discriminación en todas sus caras.

La autora describe que la educación ha sido considerada por algunas organizaciones como un instrumento indispensable para promover el desarrollo de la humanidad y progresar en los ideales de paz, libertad y justicia social, no obstante si la institución de la escuela se encarga de reproducir estereotipos que degradan y menosprecian la equidad y participación social, entonces habría que trabajar seriamente con la perspectiva de género, ya que la autora menciona que los primeros niveles de educación, están conformados por mujeres en su mayoría y si estas etapas son las que marcan con más firmeza la formación del ser humano, entonces habría que revisar el currículum y su empleo en el aula, haciendo ver cuándo y dónde se es desigual en el trato.

Considero que el trabajo que se hace en el jardín de niños y en la primaria, es tan importante como el de los siguientes niveles, mas teniendo en cuenta que la secundaria funciona diferente, en ocasiones el trabajo que se logró en la formación del niño, en la secundaria se deja de lado, no hay pues una coherencia, comunicación o línea de objetivos para la educación en todos los niveles.

Los profesor@s siempre han de mostrar algo de su subjetividad, creo imposible no hacerlo, creo que los discursos siempre estarán permeados por su ideología, pero hay que saber distinguir entre totalizar el aula, querer establecer nuestro razonamiento como único o saber compartir y aprender junto con los alumn@s. El profesor no es un autómata que sea neutral ante un conocimiento dado.
La cuestión aquí es desentrañar el currículum que subyace en la subjetividad del profesorado y los planes y programas, cómo establece su práctica educativa o si está acorde realmente con el discurso pedagógico institucional.

Cita la autora: “Sólo la personalidad protagonista es valorada: la atención al otro, o toda actitud que denote el ´ser para otro´, no es entendida sino como carencia, sumisión y debilidad”. Este punto sólo muestra de qué manera los “atributos” masculinos de autonomía, individualismo, egocentrismo son valorados en occidente; pero el cuidado por el otro, la atención por los demás es subvalorada por ser un comportamiento de amor por el prójimo y ser compasivo en esta sociedad significa ser tonto. Debemos aprender más ese comportamiento que ha sido inculcado en las mujeres, pero lo debemos aprender tanto hombres como mujeres, para que nuestra vida se base en el amor y no en el triunfo y el éxito como caminos que arrasan con los demás, sin permitirnos tomar conciencia de lo importante que es cada ser vivo en esta tierra.

Rosa Ma. Barrientos expone la importancia del lenguaje y de qué forma influye en nuestro comportamiento, ya que lo que podemos nombrar existe y cada concepto es una realidad, el lenguaje es tan importante como lo tangible, los conceptos son sentimientos, percepciones, prejuicios, libertades, límites, desbordamientos, es con el lenguaje con el que nos asimos del mundo externo.

Cabe mencionar un dato que menciona la autora, el 95.5 % de profesores en preescolar son mujeres, esto es visto socialmente como una extensión del papel de la madre, por el hecho de que a las profesoras les gusten los niñ@s, les guste servir, etc.; el problema es que las profesoras se sienten realizadas aun cuando el trabajo no es bien valorado y es poco remunerado, además de tener que cargar con la responsabilidad total de los hogares, cuidando así a sus propios hijos y a los que cuidan en su trabajo. Esta situación genera estrés y no ayuda al grupo social de las mujeres, la actividad se relega por ser “femenina” y es vista incluso como una actividad meramente de guardería.

El Estado debe proveer de educación y vivienda, de trabajo, ¡la educación es un derecho!, pero no en México, en este país quien no tiene dinero no accede a la escuela, es terrible observar que si el Estado no hace nada por ello, la sociedad no hace tampoco nada por resolver sus carencias, es nuestro derecho y no luchamos por ello, de ser así, los índices de delincuencia y violencia disminuirían (aunque la violencia de género traspase clase social), la educación es un derecho humano y nos es negado por la ceguera y el androcentrismo, si tuviésemos una cultura del servir, de ayudar al prójimo, a nuestros hermanos, otro país fuésemos, pero sólo en las catástrofes y en navidad nos unimos.

Tenemos voz, tenemos voto, derechos inalienables que no exigimos, que no ejercemos, cuando nos caiga una dictadura nos lamentaremos y no habrá vuelta atrás. Existe una pereza democrática que es desalentadora, existen problemas en nuestro país que no vemos, que no queremos ver porque sólo vemos por nuestros veinte metros cuadrados, si todos nos uniésemos sería distinto, la televisión nos marea.

Otro problema que se encuentra en la enseñanza y sobre todo en los libros de texto, es que se discrimina información importante, es por eso que se debe aclarar que el libro es solamente una herramienta, pero que existen otras perspectivas para investigar, inculcar pues el auto-didactismo. Esto trae una situación constante, el alumn@ cree que lo que se aprende en el aula es lo único válido; ya que todo lo que aprende en la vida, por sus propias manos, por influencias, no lo ve como aprendizaje y se llega a considerar que lo único legítimo por aprender es lo que dice el profesor o la institución educativa.

Como conclusión, el trabajo inicia desde el profesorado, nos menciona la autora que no únicamente por medio de la formación a través de objetivos claros y prácticas concisas se logrará un profesorado con conciencia, sino es a través de una auto-formación de análisis constante y conciencia de la práctica docente como se logrará una mejor enseñanza.
Es muy interesante observar de qué manera el género se presenta transparente y sin embargo permea en todas las capas de la sociedad, somos producto tanto hombres como mujeres de una cultura androcéntrica y aceptamos esta realidad como si fuera una obligación y un deber el hacer caso de los roles de género.

miércoles, 23 de enero de 2008

La Biblia y las relaciones de poder

Marcos cap. 5, vers. 21 al 43.
La hija de Jairo y la mujer que tocó el manto de Jesús.

Se observa aparte de la devoción a Jesús por parte de la mujer que sangra desde hace tiempo, se ve una divinización de lo masculino a partir de la imagen y el mito de los milagros de Jesús, pues desde él, justamente del año 0 en adelante se dio el cristianismo y esto trajo consigo la persecución de la mujer, matanzas, conquistas espirituales, guerra santa, imposición, dominación, opresión, conservadurismo y puritanismo, aunque claro está que hubo de por medio intereses políticos a través de la historia

Mateo cap. 9, vers. 18 al 26.
La hija de Jairo y la mujer que tocó el manto de Jesús.

Hay una repetición en el texto bíblico, indicando el grado de errores que puede haber, dado que aunque la tradición declare que fue inspirada por Dios, el ser humano la escribió y además ha sido traducida a varias lenguas e idiomas a través del tiempo, por tanto los cristianos ortodoxos caen en el error de seguir al pie de la letra la Santa Biblia, sin saber que quizá lo que ahí dice no sean en su totalidad o en su versión original las enseñanzas de Jesús.

Lucas cap. 8, vers. 40 al 56.
La hija de Jairo y la mujer que tocó el manto de Jesús.

Es lo mismo, se repite y pues se reitera la cantidad de errores que puede haber y por qué no lo han cambiado, la pregunta es: ¿qué pasaría si los creyentes observasen que la Biblia tiene serios errores?, acaso dejarían de creer, movería su fe o lo más importante para ellos sería el valor de cada una de las enseñanzas de Jesús…; la fe por eso es fe, porque es ciega, en una sociedad a veces tan vacía, el ser humano necesita de espiritualidad, hay quien la consigue rezando y hay quien la consigue leyendo y escribiendo.

Diosas, rameras, esposas y esclavas. Mujeres en la antigüedad clásica.

I. La toma de conciencia.
Cuando se habla de mito, a mi me suena como aquel dicho que versa “cuando el río suena, agua lleva”, mas no por dar un crédito total a la voz del pueblo como una verdad, sino como producto de las relaciones entre el pensamiento y la realidad, y el contexto histórico-tradicional que vive cada sociedad. Ejemplo de ello resulta la gran cantidad de mitos sobre la sexualidad desde la época de la colonia en la Nueva España y lo que heredamos l@s mexican@s en dicho terreno, hasta la fecha aun en las generaciones nacientes no hay una cultura de la sexualidad por traer arrastrando desde antaño la vergüenza del pecado original, entonces tanto mito sexual nos indica una sociedad devota y sujeta todavía a la conquista espiritual y cultural.

Nos menciona la autora Pomeroy, que en la antigua sociedad griega, la razón era un atributo que poseían los dioses masculinos y el atributo de la naturaleza pertenecía a las diosas, así mismo se ha creído por siglos que la mujer tiene una relación muy cercana con la madre tierra -creencias quizá debido al ciclo menstrual y a la capacidad de procrear-, antiguamente las sociedades, tanto hombres como mujeres estaban más en contacto con la naturaleza por la caza, la pesca, la agricultura y aquella mística que cubría a los pueblos, girando siempre en torno a la religión y a sus dioses de la naturaleza, pero la idea de madre (naturaleza) siempre ha sido venerada por la magia del nacimiento y la vida, es curioso que en la Biblia cristiana se explique la creación de la costilla de un hombre, cuan absurdo, ya que si la Biblia fue escrita por seres humanos, allí se observa el grado de supremacía falocéntrico vigente hasta la fecha.

Haciendo referencia a la diosa Atenea “el arquetipo de la mujer masculina”, tal cual señala Pomeroy, desde mi subjetividad me ha tocado observar cuántas mujeres triunfan en el ámbito de lo público, mas siendo tan fuerte el estigma de la mujer modelo, ellas buscan romper con todo vestigio de ese ser prefabricado y enajenado, convirtiéndose en lo masculino a la manera tradicional (el estereotipo clásico del macho), es triste observar que muchas de ellas -incluso a lo largo de la historia de la humanidad- hayan tenido que tomar ese disfraz para poder ser tomadas en cuenta, y despreciarse a sí mismas en castración. Lo ideal sería SER desde nuestra plataforma, una plataforma que se asome al horizonte y observe todas las posibilidades de SER, sin limitarnos a un patrón de conducta, temperamento, carácter y personalidad establecidos desde nuestra cuna.

Es asombroso al conocer un poco sobre la cultura de los griegos, de qué manera percibían a la mujer; observo que el egoísmo ha sido un factor muy fuerte en todas las sociedades, en especial el egoísmo de poder, de obtener todos los placeres, de sentirse con el ego exaltado teniendo muchas mujeres, es curioso que todo se reduzca a un falo, que de esa pequeña e insignificante diferencia sexual, nazcan enormes diferencias culturales. Occidente es falocentrismo.

Interesante notar que los papeles de la mujer en la mitología (como en la sociedad) griega están bien definidos, la autora menciona a tres diosas del Olimpo, quienes representan tres de los arquetipos de mujer observados en esta sociedad:

Atenea-intelectual asexuada.
Afrodita-frívolo objeto sexual.
Hera-respetable esposa y madre.

Uno de los problemas que preservan una sociedad falocéntrica es el ego del hombre, pues cuando una mujer reúne más de una cualidad, los hace sentirse inferiores, ya que la tradición indica que el hombre siempre debe cuidar de la mujer, solucionarle los problemas, debe ser necesitado y cuando una mujer es independiente, su mortificación es -si alguna vez lo dejará- ya que no depende de él.

En la mitología griega, toda mujer que tuviera alguna relación con los dioses, terminaba destruida, y aquellas que lo evitaban, eran mujeres que triunfaban.
Ahí se observa cuánto valor se le concedía a la virginidad, cuánto era apreciada una mujer que era casta y el lugar que ocupaba en la sociedad, claramente era una virtud; hoy en día la sociedad patriarcal no ha podido deshacerse de ese mito castrante para la mujer.

Estoy en desacuerdo con la teoría psicológica de Helene Deutsch (masoquismo innato en las mujeres), desde el momento en que la relación de mujer-hombre yace oculta bajo los preceptos de una tradición de estereotipos, en los que el hombre es fuerte y la mujer débil, desde que el sistema reproduce la violencia en todos los espacios de la sociedad, desde aquellos melodramas mexicanos que rescatan, admiten y dan valor a una relación de violación y luego viene el altar, etc., y si hubiere (que las hay) algunas mujeres que así lo sintiesen, están vendadas por el sistema patriarcal que busca satisfacer el placer del hombre a costa de todo, poder y placer.

Sobre la diosa madre, existen muchas pruebas que dan a conocer cierto tipo de dominación de la mujer en la antigüedad, pero sólo en determinado terreno; habrá quienes lo nieguen, habrá quienes lo acepten, pero debatiendo a los primeros, es bien sabido que la historia ha sido escrita por hombres, dejando por un lado la participación de la mujer y restándole importancia; por otro lado, siendo su terreno el de la religión, en los demás espacios de la sociedad y mitología griega la cultura prevalecía patriarcal.
Observo que se asocia la fertilidad, la sexualidad, la belleza, la virtud de la virginidad y el cuidado a los mitos que se refieren a diosas; un ejemplo de ello es la virgen maría –madre, virgen, pura, santa, cuidadosa, amorosa, dócil, sumisa-, otro es el de la madre mexicana- madre, virgen, pura, santa, cuidadosa, amorosa, dócil, sumisa-, se repiten los patrones y se deja de ser un ser humano para convertirse en un ser reprimido y victimario. Por el contrario, de ser alegre, festiva, sexual, libre, dionisiaca pues, se nos relega de la sociedad por pertenecer al arquetipo de la ramera. Es importante romper con esta tradición y buscar para sí mismas otros caminos, otras posibilidades de Ser que las que se nos han presentado desde el momento en que nos vistieron de rosa.

Marco de acción de Dakar, 2000

Asume como compromiso colectivo una educación para todos y todas, teniendo como base de cooperación a los gobiernos nacionales de cada país y el respaldo de los organismos internacionales; el objetivo de esto es una educación que incluya aprender a vivir con los demás y a ser. Se observa que a pesar de los compromisos que se han hecho, todavía existe una desigualdad tremenda y la discriminación de género sigue calándose en las escuelas y la sociedad.
En ese foro mundial sobre educación se ve un gran compromiso con la sociedad, para una educación igualitaria e inclusiva, se puede percibir las políticas de género a las que está encaminada la educación de hoy, no obstante distingo un panorama ensombrecido, pues para que se pueda dar esa maravilla de plan, es necesario contar con un cuerpo político que realmente trabaje sin corrupción y con la bandera del servicio público, pero desgraciadamente no es así, ni contamos con los ciudadanos democráticos que luchen por sus demandas, ni hay interés de la sociedad en general de cambiar la situación.
¿Cómo se puede romper una cadena de miseria?, por dónde empezar a reivindicar la sociedad, ¿resolviendo el hambre?, ¿la miseria de los pueblos?, ¿los oprimidos, los excluidos, los indígenas, los pobres, los homosexuales, las mujeres, los marginados…?, no tenemos ni los recursos ni la voluntad política.
Si los gobernantes entendieran que la educación no es un gasto, sino una inversión, quizá otra cosa sería, pues de cada mexicano profesional, el país recibiría doblemente lo que invirtió.
Si no es dinero lo que hace falta para educar al país, ni subsidios ni préstamos, sino un cambio de perspectiva y de actitud de los burócratas, que piensen más a futuro y no sólo a corto plazo como diría Savater.

Diario Oficial de la Federación, 1993

Es un artículo del diario oficial de la federación el que el gobierno apoye la educación en todos sus aspectos, mas la educación pública cada vez se ve más opacada por la iniciativa privada, se le da menos apoyo a las escuelas oficiales, por lo tanto se subestiman por que el ser humano juzga lo aparente del descuido del recinto con la calidad educativa, además los maestros no son muy apoyados en las empresas que quieren desarrollar con sus alumnos, no hay subsidios. Esto encamina a la desigualdad social, puesto que se concederán privilegios a los egresados de escuelas privadas y de prestigio, much@s jóvenes no tendrán acceso a una igualdad de oportunidades en la vida pública, en la vida real. Las condiciones fisiológicas en las que van los niños de clase baja se rendirán ante el hambre que asota sus estómagos, tiñendo de abandono las aulas.
Dice el rubro XI, cap. III, que se promoverá mayor participación de la sociedad en la educación, esto sería un buen inicio, dado que de todas formas la sociedad educa, los medios de comunicación, la familia, la iglesia, el trabajo; de alguna manera todas las instituciones sociales aportan algún mensaje, alguna ideología y pues mejor sería establecer políticas que los encaucen a apoyar la educación del ciudadano.
Hacen falta capacitaciones para profesores, de esa manera reconocerán la gran misión que implica la educación y motivarán un interés autodidacta.

Políticas públicas en materia de género y educación.
Rosa María González.

Inicia describiendo de qué manera se ha luchado en México por una sociedad de equidad, con igualdad de oportunidades y con derecho a la diversidad; mas si dejamos que estos conceptos se queden como términos vacíos, se puede caer en mero discurso que no reivindica si no se mantiene la lucha por transformar la sociedad, sobre todo en materia de género, que es la discriminación mas mordaz e invisible.
Se han dado diversos intentos por lograrlo, uno ha sido el control natal en los 50, entre otros se encuentra el acceso equitativo a la educación, erradicar el analfabetismo entre las mujeres, promover una educación y capacitación para las niñas y mujeres a lo largo de sus vidas.
Se busca incorporar a las niñas de escasos recursos y de retenerlas en la escuela; sin embargo, cuando no logran terminar la escuela y luego se incorporan a programas compensatorios, a dichas personas se les observa como fracasados, cuando la responsabilidad es de la institución escolar.
Se intenta también erradicar estereotipos de género, pues estos llevan a la desigualdad de oportunidades y se establecen políticas sobre el problema, además de trabajar en específico con los niños y los hombres para que exista un rechazo a la discriminación, no obstante yo subrayo que la conciencia es necesaria en todos y todas, especialmente en las mujeres, para que dejen de asumirse como la tradición y la cultura lo marca. Se revisan los contenidos curriculares en ocasión de reconsiderar el tipo de conocimiento que se transmite. Se acepta la diversidad de aprendizajes; la autora describe que la escuela moderna es herencia de la ilustración, empero la ilustración, ideario de la revolución francesa, no incluye a las mujeres en la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano.
Se da interés en la diversidad de aplicar el conocimiento, aprendizajes significativos para el alumno.

Las funciones sociales de la escuela: de la reproducción a la reconstrucción crítica del conocimiento y la experiencia. Ángel Pérez Gómez

Es interesante notar que a partir de la formación de las sociedades industriales, se vuelve más compleja y peligrosa la sociedad humana, creo que el surgimiento de las escuelas y la obligatoriedad de la enseñanza nos muestra que la escuela homogeniza y domestica. Habría que preguntarse, ¿qué pasaría si no hubiese escuelas?, ¿acaso caeríamos en el caos y la catástrofe?...
La escuela en un sistema neoliberal reduce el Estado benefactor y éste resulta una pantalla que coopera o se alía con el sistema vigente para preparar máquinas que accedan a aceptar una realidad que se encuentra trastornada por los excesos de la sociedad industrial, siendo partícipes así, de la destrucción de la tierra y el nunca retorno a la vida.

Analiza el autor Pérez Gómez, que para la mayoría de los estudiosos el objetivo básico de la escuela es preparar para el trabajo, esto viene a comprobar que la escuela es cómplice del sistema que reproduce las conductas que convienen a una sociedad de consumo.

Un problema grave es que las instituciones han perdido credibilidad (aunque con justa razón), la única institución que existe es el mercado y es el que rige bajo sus leyes la vida humana, pareciera que la escuela prepara para enfrentarse a un mundo de desigualdad y limitar las posibilidades. Cuando se obtienen títulos, el estudiante se especializa, hoy día se requiere de especialización dado las nuevas tecnologías; no obstante se pierden las potencialidades del ser humano, cuando se pudiese ser científico y filosofo a la vez; la carrera solamente ofrece un perfil y cierra las puertas al deseo de conocer disciplinas encontradas.

El autor menciona una total incoherencia entre los planes y programas con la realidad que vive el egresado, cuando se le inculca libertad de elección y responsabilidad, si se es asalariado debe someterse al sistema y caer en la sumisión.
El proletario es asalariado y vive prácticamente esclavizado al trabajo, recibiendo un aliciente, el temible amo: “el consumismo”, de esta manera, obteniendo cosas se cree que recibe un premio o una recompensa, que los frutos de su trabajo se están dando; esto es una falsedad, pues es una trampa del sistema capitalista, el proletario consume productos con su propio sueldo bajo un supuesto bienestar que no es proporcionado por el supuesto “Estado benefactor”, ahora el mismo trabajador debe buscar créditos para poder subsidiar vivienda, salud, comida, escuela, debido a la privatización de la vida misma.

Hay un factor muy importante: el individualismo, nos dice el autor, ya que en nuestra sociedad sólo muy pocos son los que han de triunfar y los demás son relegados a que hagan el trabajo que nadie quiere hacer; nos hacen creer que la escuela es igual para todos, empero no lo es, pues el arco iris de discriminación está a la orden del día, hay un egoísmo en la médula de la sociedad, y el mismo sistema lo confirma bajo los estándares de la competencia, el éxito, el triunfo y los perfiles de jóvenes emprendedores.

La escuela adoctrina, pero por ello se debe insistir en establecer un pensamiento crítico y capaz de aceptar otros conocimientos que no sean sólo los escolares, siendo autodidacta y buscando el verdadero saber en la experiencia, no en el aula.

Lo curioso de la escuela es que exista un currículo oficial, donde alguien elige y omite vasto conocimiento igualmente importante, por medio del cual se enseña tergiversando la historia, escondiéndola, recordando héroes nacionales que no existieron jamás.

Lo que el autor nos quiere decir es que existe una pantalla en la institución de la escuela, ya que nada de lo que venga de afuera el niño ha de tomar como aprendizaje válido, puesto que no lo enseña la escuela. La preocupación principal del niño se vuelve el resultado obtenido en el examen y se pierde en realidad el propósito fundamental del educando que es obtener normas y valores de interacción social que le permitan vivir en buena convivencia con sus semejantes y desarrollar su espíritu.
Se aprende una forma de ser que va más allá del aula, se aprende una forma de vivir y convivir en sociedad; la escuela es pues el reflejo de la organización social.

La escuela homogeniza, pero lo que jamás le podrán quitar a un ser humano es su diferencia, su carácter irrepetible y creación individual. La escuela por lo tanto, no logra su objetivo del todo, ya que domestica a medias; nosotros como profesores debemos ser los conejillos de indias y socavar el sistema poco a poco, siendo partícipes de una nueva escuela, dejando fluir el conocimiento, des-uniformizando, haciendo que el individuo se interese en el otro.

Un problema que resalta el autor, es que el trabajo absorbe, esclaviza y dificulta las relaciones de convivencia entre familia y amigos.

Una conclusión propuesta por el autor es eliminar la lógica de la homogeneidad y establecer el respeto por la diferencia, ya que se discrimina el origen social si se uniformiza desde el inicio, esto sería construir un paraje hacia una sociedad democrática en realidad.

Hacia una escuela no sexista. Beatriz Fainholo

¿Por qué revisar la educación formal desde la perspectiva de género?
La cultura se transmite a través de la familia, los medios masivos de comunicación y la escuela, esta última legitimando la cultura y preservando a través del currículo oculto la desigualdad de oportunidades y discriminación por género.
Nos explica la autora que es por medio de la información contenida que se preservan modos de ser, reduciendo el espacio para las niñas y abriendo oportunidades para los niños, incluso de los niños se espera más.

La autora asevera que muchas de las carreras de servicio son encaminadas hacia las mujeres, preservando así su lugar en la familia y discriminándolas de la vida activa.
Es mortificante observar que tanto en las carreras “pesadas” como en el deporte, a las niñas no se les insiste, por el hecho de ser niñas y se pierden de una de sus tantas potencialidades como seres humanos.

Los valores que son relacionados con la mujer, le dan una forma tan extraña, que en muchas ocasiones, es reproducida tal cual lo afirman los medios de comunicación: sensual, débil, sumisa, bonita al grado de ser su única preocupación, con un sueño en mente: casarse y ser madre. No digo que esté mal, lo que es preocupante es que se vuelve un arquetipo y si la escuela no lo combate, la familia menos, dada la conveniencia para los padres de sobreproteger a la mujercita y entregarla al hombre que vendrá a ejercer la función de segundo padre protector.
En la escuela se reproduce también la subjetividad del maestr@, ya que por más que esté instruido, siempre la cultura hablará por ell@s y hay que tener cuidado porque el alumno se lleva del maestro más que información, actitudes y valores.

El lenguaje, nos dice la autora, es la voz del pensamiento colectivo y toda la serie de prejuicios que al ser escuchados vastas veces, se llegan a asumir de manera natural y a aceptar sin crítica. Una misión importante del profesor, será romper con estos modelos de lenguaje y explicarlos para desvanecerlos por completo.
Se nos educa bajo prejuicios y luego se nos reclama que no somos capaces de nada por otros tantos prejuicios, por eso es tan importante que por medio de la educación, el cual puede considerarse el recinto con más libertad, romper desde ahí con la tradición sexista.

Un presupuesto debe ser siempre, dudar de lo que parezca “normal”, desde los materiales didácticos, la autora propone la literatura para análisis del lenguaje y comparación de discurso, esto con el fin de desdibujar la cultura androcéntrica occidental que marginaliza a los “otros”.
Otra materia que se debe fomentar también en las mujeres es el deporte, las matemáticas y la tecnología, que son materias preconcebidas como masculinas por el hecho de deducir, y pensar. No obstante el hombre ha venido acabando con la tierra por no utilizar de manera mesurada la tecnología y esto en cortos 100 años.

Género, educación y desarrollo: encuentros y desencuentros

Las intenciones políticas no son suficientes, se le resta importancia a la educación, dándole prioridad a otros sectores cuando si se le diera la verdadera importancia a la educación, entonces se pudiera reformar la sociedad.

A lo largo de la historia de nuestro país, el Estado se ha preocupado mucho más por tapar los problemas dándole una solución temporal, un ejemplo son las calles, se erosiona el cemento y sólo tapan el hoyo, en algunos meses el hoyo se encuentra igual.
Como menciona Ruiz Bravo, al no haber una perspectiva de género en la educación, sólo es muestra de una falta de visión o el hecho de que la sociedad antropocéntrica no vea un problema en lo que está sucediendo.
Y sí que hay exclusión educativa, aunque algunos mencionen que vivimos en una sociedad libre y que ya no es como antes que existía tanta injusticia y desigualdad, eso es falso, pues sólo las formas cambian, aunque se le suelte la cadena al burro, este no se va porque ya se encuentra condicionado a los malos tratos del patrón.

Cómo puede tener libertad de pensamiento un ser al que desde pequeño se le dice que no puede, que es débil, que para qué estudia si algún día se ha de casar.
Es difícil que exista libertad de acción cuando no hay libertad de conciencia.
Hay una tendencia sobre la educación que considera que si una escuela tiene la mejor tecnología, entonces la educación mejorará; sin embargo el problema va más allá, la educación es un espacio cerrado, fuera del circuito de la sociedad, la formación la encontramos en todos los ámbitos de la sociedad, no podemos transferir los problemas de la sociedad al sector educacional, pues el problema es más profundo, si la educación es el pilar de la humanidad, pero la sociedad lo es en cierta forma desde las costumbres, la religión, los medios de comunicación y la familia, todos esos espacios e instituciones constituyen el ethos de la cultura.
Si se aplican ciertas reformas educativas en distintos países, variará el resultado, pues la formación es distinta y las necesidades de cada país lo son también.
Hay una idea que maneja la autora, en la cual se observa que la actitud de algunos docentes reafirma la discriminación en el aula, y que en algunas ocasiones la educación se ha vuelto el factor de diferenciación social, dado que en los países de la periferia y algunos del centro, la privatización de la enseñanza excluye a los pobres y ciertamente a las mujeres, pues cuando se contrata a algún profesionista se le da más valor a la educación privada que pública, cuando el esfuerzo ha sido más el de aquel marginado, en una sociedad elitista que busca preservar los privilegios de aquellos que mantienen el poder.

Uno de los problemas a enfrentar, ha sido y es la invisibilidad de la mujer en el ámbito de lo público, así como la discriminación en un mundo planeado para caballeros, en el que incluso las leyes les favorecen, parece curioso pero siendo en su mayoría el sector masculino el que mantiene el poder y maneja los hilos de la sociedad, pareciera que piensan que sólo viven en un mundo de y para hombres, pues en las políticas, leyes, estructuras, trabajos, etc., sólo se piensan y se construyen bajo el parámetro masculino.
La necesidad de la sociedad industrial atrajo a la mujer al campo de trabajo, pero por una necesidad, sin embargo no se le relegó la responsabilidad del hogar, y desde que abiertamente participa en la producción que antes sólo era un campo masculino, no se le incluye en los proyectos.

La sociedad se ha encargado de integrar a la mujer en el sector productivo, pero es de notar que el papel de la mujer se sigue reproduciendo con trabajos que continúan la labor del hogar, pero de manera remunerada, un ejemplo quizá un poco burdo serían los sectores educativos, de trabajo social, en los que destaca más la mujer porque se le ha hecho creer que hay cierto tipos de trabajos en los que ella se pudiera desempeñar mejor por ser estos sencillos y en los que no arriesgan sus vidas.
El miedo que se le ha inculcado a la mujer a salir a la vida pública es un factor determinante para que ella decida quedarse en el hogar, se les dice a las jóvenes, “tu no salgas tan tarde porque eres mujer, podrían abusar de ti”, la pregunta es, porqué vivir bajo los parámetros de una sociedad que castra a la mujer limitándola por el hecho de que fuera del hogar existe un mundo tenebroso y lleno de criminales que la pueden lastimar. Y si sale de noche, anda sola y le pasa algo le dicen “ella se lo buscó, pues qué tiene que hacer una mujer sola a esas horas en vez de estar en su casa” desde cuándo la noche pertenece a los varones.
Otro ejemplo es de qué manera se ha orillado a la mujer a la prostitución, regularmente las mujeres que se prostituyen no tienen educación, por lo tanto sostienen problemas económicos, la sociedad las excluye y tienen que buscar una “vida fácil” que de fácil no tiene nada y se les discrimina de una manera tal que se dice de ellas “son libres de elegir, a la mayoría les gusta, hay mucho trabajo en el que se pudieran desempeñar”, si bien es cierto que tienen libertad de elección en su mayoría (pues muchas de ellas están sometidas psicológicamente), como se atreve alguien a pronunciar que les gusta, cuando son utilizadas como un objeto sexual y ha de resultar repulsivo el sentirse utilizada por la lascivia de los clientes. En mi opinión personal se me hace que el sistema legitima la discriminación de la mujer permitiendo que se prostituya y estableciendo leyes de salubridad, sé que el problema de la prostitución no se diluye de la noche a la mañana y ha existido desde antaño, sin embargo me parece de lo más triste que una sociedad legitime dichas acciones, en lugar de ofrecer alternativas para erradicar ese trabajo tan espinoso.

En el contexto social-político-histórico que vivimos existe una falsa creencia general de que la mujer ya ha sido partícipe en su totalidad de su liberación, se ve al feminismo como un problema de la mujer (en su mayoría lesbianas), cuando en realidad es un problema que le compete a ambos géneros, sin embargo hoy en día la problemática está rebasándonos, pues los estudios de género han tomado rumbo, esto nos indica la gran desigualdad que existe. Es importante destacar que como lo menciona la autora, el problema no es de la mujer o del hombre en particular, ambos son partícipes de las relaciones de género y ambos interactúan bajo estereotipos formados desde el nacimiento, por tanto ambos tienen que luchar contra el ethos[1] cultural.

Que distinta sería nuestra sociedad si tanto hombres como mujeres no nos limitásemos en aprender a utilizar nuestras habilidades sin discriminar alguna actividad por motivo de género, no limitarnos constituiría la base para una sociedad más igualitaria.
[1] La cultura, tradiciones, costumbres en la que fuimos educados es un elemento muy fuerte en el cual ambos somos partícipes, por lo tanto es cuestión de ambos géneros luchar por deshacer dichos estereotipos que marcan las diferencias entrambos.

El currículum oculto. Jurjo Torres

Inicia describiendo de qué manera se cree que se han dejado atrás las teorías e ideologías educativas tradicionales; en una opinión subjetiva, en su mayoría sigue habiendo una tendencia al autoritarismo y a ver a la escuela como la segunda institución que reforma la sociedad (después de la familia) y estas concepciones limitan el crecimiento y el desarrollo de la enseñanza, ya que se le observa como un currículo cerrado y al cual no hay por qué cuestionar.

Menciona a varios autores que a principios del siglo pasado se empezaron a cuestionar el currículo, algunos de ellos buscaban medir la calidad educativa bajo los estándares de una realidad industrial, con sesgos positivistas.
Aunque contrario a lo que pareciera, dichas teorías parecen haber sido retomadas en nuestra realidad, ya que se observa en la educación que desde profesores como alumnos siguen un camino hacia la industrialización, dejando fuera el humanismo, se prepara pues para un futuro mecánico, con productos mecánicos que respondan a un sistema capitalista y sean manejables y adaptables ante un fuerte sistema de opresión.

Hoy en día, la escuela prepara para la vida, pero una vida de automatización, en la que el valor radica en el consumo y por ende, la escuela reafirma la separación de clase y viene la pobreza. De cierta forma cualquier persona puede estudiar (pero…¿terminará?, el problema radica en la sociedad a la que se enfrentará, una sociedad globalizada que debido a la competencia deja fuera a los marginados, a las minorías para dar entrada al “mayoreo” y dándole preferencia a las trasnacionales extranjeras, en lugar de a nuestra misma gente. La mala noticia es que tenemos un gobierno empresarial que da pie a que este tipo de currículo se aplique y además del olvido de la enseñanza pública para dar entrada a la privada-religiosa, adiós laicismo.

Hay un problema muy grave en el objetivo general de la educación, en principio, llamarle objetivo general delimita las posibilidades, en segunda, si el profesor no es capaz de cuestionarse los objetivos de la educación y oscilar entre su subjetividad y la institución, entonces no habrá de tener sentido el que dicho profesor eduque. Uno de los principales objetivos en lo particular, sería el criticismo, el tener la capacidad de enjuiciar lo que nos acontece y no quedarnos callados ante cualquier impunidad; no obstante en la escuela forman individuos que obedecen y lo hacen a base de miedo y represión.
La cuestión sería plantear unos objetivos que obedezcan no sólo a las necesidades de los medios de producción, sino del ser humano. Y de ahí que cualquier escuela se podría encaminar en su ideología (esperando que ésta fuera humanitaria), más sin dejar de cumplir la base de la educación con ética.

Como diría Engels, “la mujer es como el proletariado y el hombre como el capitalismo”, ahora lo cambio un poco y lo describo así “los profesores y alumnos son como el proletariado y la educación es como el capitalismo”, cómo es posible condenar el universo de posibilidades del ser humano a un puesto de producción, en el que sirvamos a la máquina para al fin de cuentas autodestruirnos bajo gruesas capas de dióxido de carbono.

El autor habla de una ingeniería del comportamiento que es propuesta por los conductistas psicólogos, en la que se planea un cierto tipo de producto humano que es planeado por la clase de poder, sin que los conejillos de indias puedan siquiera cuestionar. Esta teoría me suena a que la escuela es un centro laboratorista que domestica incautos. Muy en lo personal no confío en la psicología, no le creo y mucho menos creo en educar de manera conductual (pues no somos ratones, poseemos la razón[1]), por el contrario, debemos formar seres autodidactas, que sean capaces de construir su conocimiento en base a sus propias necesidades.

Hay una idea que rescata el autor muy real, se le da énfasis a ciertas materias para formar individuos con determinadas aspiraciones, se realzan las matemáticas y se demerita a la historia y a la filosofía como aburridas, en el pensamiento del niño y adolescente ya está implantada la semilla del utilitarismo y el tecnicismo, haciendo ver a la “teoría” como algo que no sirve para nada. Se le da más importancia al mercado laboral queriendo formar seres para una realidad vencida, sumisa y autómata que piensa que porque la realidad es ésta, no existe otra y por eso las escuelas se acoplan a dicha realidad, sin dejar entrever siquiera que el individuo es libre de formarse un mundo mejor, donde los privilegios no existan y la justicia sí tenga valor. Se olvida una de las ramas más importantes de la filosofía, que antaño era fundamental para tener conocimiento, la disciplina de la retórica y la dialéctica, para poder hacer uso de la razón y no responder con monosílabos ante un sistema sofista.

Es muy cierta la afirmación de la naturalidad de los contenidos en la educación, se cree que la escuela es un lugar positivo, bueno para los hijos, donde aprenderán a ser buenos hombres y mujeres, pues mientras se esté en la escuela ya es ganancia. Aunque creo que esa idea se ha demeritado un poco, antes un Licenciado era respetado como alguien de alto rango, hoy hacer una licenciatura es como una segunda preparatoria, la sociedad cada vez pide más títulos para configurar una separación de clases bien marcada, aunque por otro lado, es un factor positivo en el campo de las humanidades y la ciencia (encaminada al bien y la salud del ser humano).

Se hace referencia a las teorías de la reproducción social, de correspondencia y cultural, en la que la escuela es la encargada (según estudios de Althusser) principal del sistema capitalista, la cual desempeña tan bien su función de preservar las clases sociales, que a manera de trampa, la relación oculta que existe entre la institución educativa y las instancias políticas, económicas y sociales, ha logrado otorgar serias funciones a la escuela y glorificarla para que a través de ella se socialice, se aprenda sumisión, un buen oficio para la vida ( arbeit macht frei[2]), que reafirma la máquina, el modo de producción y consumo del capital.
Es triste observar que la escuela sólo forma dos tipos de conciencias bien definidas, el explotador y el explotado, en la que la perteneciente al primero se convierte en un empresario de la hipocresía y en burócrata de la decencia, pues se encarga especialmente de hacer creer al obrero que puede superarse, que la maquila tiene oportunidad de crecimiento (claro, después de 10 años de esclavitud, siendo dueños los extranjeros), ese tipo de conciencia no es conciencia, es malinchista, es egoísta, es lambiscón de los que tienen el poder y lucha con sus uñas por conservar sus privilegios sin importarle un poco el pueblo sumido en el hambre. Y qué decir de la conciencia del oprimido, quien se embarca toda su vida con el crédito, agradeciendo a quien le haya dado la oportunidad, respetando a su merced el capitalismo quien sólo lo asegura como niñera de la máquina.
La exposición sobre Althusser termina cuando el autor menciona que dicho pensamiento cae en un determinismo económico, pues sólo cambiaría esta sociedad si cambiasen los modos de producción; en lo personal, no creo que la economía sea el único camino, considera que puede ser una alternativa pero aunado a un cambio total de los sectores sociales, la pregunta es… ¿cómo encontrarle el inicio al círculo?, en dónde iniciar la revolución, si es en la familia, la educación, la política, los medios de comunicación, ya que todo es producto de todo y se encuentran intrínsecamente ligados.

Fuimos formados para consumir, es triste notar cómo se nos hace difícil vivir sin luz, sin internet, sin agua, sin perfume o maquillajes, sin el cine, sin blockbuster o carl´s junior, qué no decir de la coca-cola o marlboro, es despiadado observar el auge que se le da a la tecnología en las escuelas y la importancia que adopta el estudiante de hoy, quien asiste a clases con su IPOD y vive “chateando”, dependientes totales de la máquina y por lo tanto prominentes consumidores desde su primer respiro.

Un factor muy importante en la educación es la vocación; cómo descubrir quien realmente está en un aula por querer transformar la humanidad o quien sólo va a reproducir las normas autoritarias del poder, o para cobrar sus horas que le ha otorgado el sindicato.
Un problema en específico que está sucediendo en la escuela secundaria del país, es que la historia se enseñaba en dos partes, la historia universal y la historia de México, pero a partir de la nueva reforma, el próximo año ya no se dará la clase de historia de México, sino que ésta se integrará y disolverá en el olvido en la historia universal, y esto significa una gran pérdida, puesto que se observa la intención claramente, globalizar todo a su paso y desaparecer los restos del país en el TLC, en el capitalismo, en el Tío Sam, en la Coca-Cola.
Este tipo de educación no es de equidad, disuelve y vende países.

Qué es lo que tendrá el poder capitalista que abarca todo y se trasmina en todas las esferas, será acaso un gran monstruo indestructible ó la humanidad tendrá algún remedio, hacen falta soluciones.
Otra cuestión a resaltar es el índice de escuelas con propósito técnico, en las cuales una vez saliendo, se ubica al alumnado en maquiladoras que los admiten como asistentes o gerentes de línea, como si ese fuera el único camino, preservador de las relaciones de opresión.

Hace referencia a S. Bowles y H. Gintis, quienes mencionan que la familia y las experiencias vividas en su seno, alimentan la inferioridad de las mujeres, ya que en la escuela poco se trata el tema y no tiene suficiente importancia, pues sostiene las relaciones de explotación.

[1] No se vea a la Razón como glorificación y redentora de la humanidad misma, pues esta misma razón nos ha llevado por caminos enfermos de egoísmo y poder.
[2] A la usanza nazi, haciendo creer: “El trabajo os hará libres”.

Conceptualización y estado actual de la cuestión. Espín Julia

La autora inicia relatando que el sexismo fue reconocido y criticado en la década del 60 de manera más regular, mencionando que el sexismo es el término para designar las actitudes que denotan desigualdad en base a la diferencia sexual, esto derivado de una sociedad patriarcal.
A pesar de las leyes existentes, de la pretendida igualdad del mundo occidental, la discriminación subyace bajo las capas más profundas, pero no sólo por sexo, sino por clase social, raza, etc.
Es importante hacer claro el lenguaje que se utiliza, ya que esclareciendo los conceptos, se podrá develar lo referente al sexo y lo que refiere el cúmulo de normas sociales que diferencian, la cultura bajo la que hemos sido educados. Una vez estableciendo el problema, es importante tenerlo presente en cada acto, en cada palabra, sobre todo como profesor@s, pues nuestras actitudes y valores contribuirán a minar el sexismo o reafirmarlo.

El género, es decir, las caracteristicas culturales que definen y dan forma a lo que debe ser una mujer o un varón, es una limitante para desarrollar las distintas potencialidades humanas de ambos sexos; aseverar que ciertas carreras escolares debieran ser para hombres únicamente es limitar también el rumbo de la humanidad, puesto que somos diferentes en el sentido de que somos seres únicos, si se le hubiese dado más oportunidad a la mujer de participar en la historia (si lo hizo pero en su minoría), y la sociedad fuera más democrática, quizá el paraje de la humanidad apuntara hacia otro lugar.
La mujer ha sido aculturada de manera distinta, tiene a mi parecer, una conexión muy fuerte con la naturaleza (los hombres también pero la han ido perdiendo), entonces si la mujer hubiese tenido un lugar distinto, nuestra tierra sería diferente y quizá hasta nuestra ideología con respecto al rumbo desenfrenado de industrialización y consumismo en el que hemos venido caminando.

Somos seres únicos, genuinos en todo nuestro alcance y estereotipar en base al sexo sobre nuestras destrezas y expectativas en la vida es la más cruel de las discriminaciones y limitaciones.

El androcentrismo viene a minar la educación, es enseñar la mitad de la historia y ocultar a la mujer como si no existiese, de qué forma el currículum escolar se ve permeado por una visión masculina casi en su totalidad, esto a pesar de las leyes de igualdad social y derechos para todos, un ejemplo es el nombrar a los niños aunque haya niñas.

El lugar donde se reafirman más los estereotipos de género es en la familia y en la escuela, valga decir que también en los medios de comunicación masivos que explotan los clichés y los estereotipos para vender, es importante luchar desde el aula para hacer conciente este tipo de discriminación y erradicarla por completo.