La autora inicia relatando que el sexismo fue reconocido y criticado en la década del 60 de manera más regular, mencionando que el sexismo es el término para designar las actitudes que denotan desigualdad en base a la diferencia sexual, esto derivado de una sociedad patriarcal.
A pesar de las leyes existentes, de la pretendida igualdad del mundo occidental, la discriminación subyace bajo las capas más profundas, pero no sólo por sexo, sino por clase social, raza, etc.
Es importante hacer claro el lenguaje que se utiliza, ya que esclareciendo los conceptos, se podrá develar lo referente al sexo y lo que refiere el cúmulo de normas sociales que diferencian, la cultura bajo la que hemos sido educados. Una vez estableciendo el problema, es importante tenerlo presente en cada acto, en cada palabra, sobre todo como profesor@s, pues nuestras actitudes y valores contribuirán a minar el sexismo o reafirmarlo.
El género, es decir, las caracteristicas culturales que definen y dan forma a lo que debe ser una mujer o un varón, es una limitante para desarrollar las distintas potencialidades humanas de ambos sexos; aseverar que ciertas carreras escolares debieran ser para hombres únicamente es limitar también el rumbo de la humanidad, puesto que somos diferentes en el sentido de que somos seres únicos, si se le hubiese dado más oportunidad a la mujer de participar en la historia (si lo hizo pero en su minoría), y la sociedad fuera más democrática, quizá el paraje de la humanidad apuntara hacia otro lugar.
La mujer ha sido aculturada de manera distinta, tiene a mi parecer, una conexión muy fuerte con la naturaleza (los hombres también pero la han ido perdiendo), entonces si la mujer hubiese tenido un lugar distinto, nuestra tierra sería diferente y quizá hasta nuestra ideología con respecto al rumbo desenfrenado de industrialización y consumismo en el que hemos venido caminando.
A pesar de las leyes existentes, de la pretendida igualdad del mundo occidental, la discriminación subyace bajo las capas más profundas, pero no sólo por sexo, sino por clase social, raza, etc.
Es importante hacer claro el lenguaje que se utiliza, ya que esclareciendo los conceptos, se podrá develar lo referente al sexo y lo que refiere el cúmulo de normas sociales que diferencian, la cultura bajo la que hemos sido educados. Una vez estableciendo el problema, es importante tenerlo presente en cada acto, en cada palabra, sobre todo como profesor@s, pues nuestras actitudes y valores contribuirán a minar el sexismo o reafirmarlo.
El género, es decir, las caracteristicas culturales que definen y dan forma a lo que debe ser una mujer o un varón, es una limitante para desarrollar las distintas potencialidades humanas de ambos sexos; aseverar que ciertas carreras escolares debieran ser para hombres únicamente es limitar también el rumbo de la humanidad, puesto que somos diferentes en el sentido de que somos seres únicos, si se le hubiese dado más oportunidad a la mujer de participar en la historia (si lo hizo pero en su minoría), y la sociedad fuera más democrática, quizá el paraje de la humanidad apuntara hacia otro lugar.
La mujer ha sido aculturada de manera distinta, tiene a mi parecer, una conexión muy fuerte con la naturaleza (los hombres también pero la han ido perdiendo), entonces si la mujer hubiese tenido un lugar distinto, nuestra tierra sería diferente y quizá hasta nuestra ideología con respecto al rumbo desenfrenado de industrialización y consumismo en el que hemos venido caminando.
Somos seres únicos, genuinos en todo nuestro alcance y estereotipar en base al sexo sobre nuestras destrezas y expectativas en la vida es la más cruel de las discriminaciones y limitaciones.
El androcentrismo viene a minar la educación, es enseñar la mitad de la historia y ocultar a la mujer como si no existiese, de qué forma el currículum escolar se ve permeado por una visión masculina casi en su totalidad, esto a pesar de las leyes de igualdad social y derechos para todos, un ejemplo es el nombrar a los niños aunque haya niñas.
El lugar donde se reafirman más los estereotipos de género es en la familia y en la escuela, valga decir que también en los medios de comunicación masivos que explotan los clichés y los estereotipos para vender, es importante luchar desde el aula para hacer conciente este tipo de discriminación y erradicarla por completo.
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